"El ojo pensante de Juan Downey"
Sala de Arte de la Fundación Telefónica.
30 de marzo al 27 de junio.
Santiago de Chile
Video Arte, Pintura, Dibujo, Grabado, Fotografía e Instalación.
"Rewe" Video-instalación.
“Personalmente me pregunto en donde pertenece el arte. La experiencia estética es comparable a la experiencia mística, y, a veces, al uso de determinadas drogas. También el sexo puede ser bastante estético. Quiero decir como una iluminación.” Juan Downey.
“La capacidad simbólica de la mente humana y eso es lo que me interesa. La capacidad simbólica está precisamente en la trascendenciade la materialidad.” J . Dawney
La Exposición.
La exposición “ El Ojo pensante” lleva el nombre de una serie de videos de arte realizada por Downey entre el 1974 y 1989, si bien esta nueva exposición incluye una retrospectiva de su obra. La curatoría esta a cargo de la viuda del artista Marilys Downey de Julieta Gonzalez, curadora venezolana que representa a la Tate Modern Gallery de Londres. Galería que posee dentro de su catalogo una de las obras en exhibición: “Video Trans americas” de Juan Downey .
La exposición tiene en su conjunto una puesta en escena que va intercalando los cantos alegres de los canarios que ocupan una instalación y los sonidos de los monitores a diversos volumenes. Es una exposición densa como para visitar varios días. Un exposición que invita a hacer obra, llena de metalenguajes que no resisten una sola lectura. Una invitación a ver Las Meninas en directo, a quedarte a ver hasta el final los videos que aún mantienen su vigencia con su estética setentera y con un ritmo que te deja sujeta a la pantalla y porque claro como está en la pantalla del TV te traspasa también su efecto hipnotizador. Imagenes que se van desde el monitor directo al subconsciente y sin procesar, ya que poseen el mismo lenguaje pleno de imagenes inconexas y simbólicas.
En este contexto no es extraño que las imagenes circulares circunscritas aparezcan en los dibujos de “Meditación” y otros, como fijaciones de la mirada que pueden propiciar la hipnosis o la autohipnosis. Si bien en meditación se emplean imagenes para meditar llamadas “mandalas” estas suelen tener un componente más simetrico y una complejidad simbólica con un fin que no busca ni el trance ni el estado hipnótico sino un estado meditativo profundo. La meditación es una forma de conciencia expandida y no la reducción a un estado semiconsciente que es lo que sucede en la hipnosis y en el trance. Osea es totalmente lo contrario. La meditación ocurre en el plano espiritual, la hipnosis en el mental o psíquico.
El Artista.
Juan Downey, nació en Santiago en 1940. Estudió arquitectura en Chile y emigró joven como otros chilenos contemporáneos que desarrollaron su carrera en el extranjero; Roberto Matta y Alfredo Jaar y como ellos se también se desarrolló como artista en Nueva York.
Downey un pionero del video arte con reconocimiento internacional, es un artista conceptual. Apasionado, obsesivo y visionario. Multifacético trabaja en distintos soportes; dibuja, pinta, realiza cine y video arte e instalaciones pero todo conlleva a una única concepción del mundo en donde entronca al ser humano con la máquina, al sistema nervioso con las conecciones eléctricas. Algunas de sus visiones no se cumplen, producto del poder económico imperante, de la corrupción, de las corporaciones. Esta inmediatez de la globalización que produce la tecnología se ve más bien marcada por las desigualdades, tira en dirección opuesta a lo que el plantea: un mundo más justo que vaya en dirección a lo social, a la comunicación integrativa del ser humano.
La propuesta de Downey es de hacer un arte público electrónico que busca acercar la naturaleza al hombre a través de la tecnología: “Un artista interesado en los sistemas – de comunicación, de trasmisión de energía, de intercambio material y simbólico”. Una revolución que va desde social a lo espiritual.
El arte de Downey tiene la mística clara de los años 60, palabras como meditación, iluminación, drogas, ontología, energía, simbolismo, subconsciente aparecen en sus textos. Si bien el las redirige desde una visión antropológica cultural que tiene que ver con las raíces indígenas de América Latina y sus concepciones de mundo como pueblos originarios antes de la llegada de Colón y de la interpretación occidental de lo local. Downey va a grabarlos con su cámara de video para hacerlos participes de este registro y a sí mismo para encontrar sus propias raíces amerindias en contra posición al mundo occidental que lo rodea y que lo hace sentirse desarraigado. Es una búsqueda de su propia identidad latinoamericana como también de registrar una cultura, antes de que lo occidental la convierta en otra cosa que diste de su identidad colectiva ancestral.
En el registro antropológico de los indigenas Downey comienza a grabar con cámaras de video viajando con su familia permaneciendo meses en los asentamientos indigenas. Pueblos cuya organización social que está reflejada por la forma en que ellos se relacionan con su arquitectura, en forma central, ecológica y comunitaria. Pueblos que en los años 1970´s aún viven como sus ancestros, algunos en un estado alterado de conciencia producido por el consumo diario de plantas alucinógenas y que puede proveer una mirada “inocente”, nueva, que no conlleva el desgaste de la visión del viejo mundo.
La obra de Downey tiene una mirada que involucra lo político, lo ecológico, lo antropológico con un énfasis en lo social. Un arte para las masas que contempla un relato inicial interumpido por el tiempo y el espacio y que luego se vuelca a lo antropológico, al documental como una consciente experiencia subjetiva que aporta nuevas lecturas desde el realizador y que a la vez modifica su propia vida. Un trabajo que se devuelve hacia sus propias obsesiones como por ejemplo Las Meninas de Velázquez y la música de Sebastian Bach, la sociedad, la política, el arte. Obsesiones que desaparecen para reaparecer a través de imágenes que van en una travesía geográfica visual por el planeta o por los sonidos intercalados y extraídos de diversas fuentes; un trozo de ópera, una risa, un sonido electrónico, el canto de un ave en ralentti o una voz erudita. Movimientos de cámara, zoomings, reveses de cámara, recortes inusuales en la composición y un video arte que se construye fundamentalmente desde la postproducción; el montaje.
“ El inconsciente de una persona contiene los recuerdos de muchas” Juan Downey.
Downey toma los recursos disponibles, sus filmaciones a veces hibridas con tomas de cine llevadas al video o algunos trozos de documentales de televisión que incorpora como un collage estableciendo relatos paralelos. El video para él parece ser como una fiebre que lo posee, en donde entrecruza su mundo interior con el del colectivo, lo occidental con lo indígena, lo racional con el erotismo, pero en un hacer que va al encuentro en una búsqueda constante que no sabe de guías o caminos trazados, pero que retorna a lo humano. Abordando problematicas universales contingentes que se ha visto aumentadas por el efecto negativo de la globalización y que están presente en el arte actual como en el ser humano, en el uso indiscriminado del entorno produciendo una redistribución de las riquezas hacia las grandes corporaciones extranjeras cuyo poder es mayor que los gobiernos que rigen incluso las naciones más ricas, y que producen no solo polución y agotamiento de los recursos no renovables sino además la perdida irreparable de la identidad cultural local como es el caso de los Yanomami en la Amazonia y de tantas otras a nivel mundial.
En sus primeros trabajos; los dibujos, incorpora una visualidad nueva en esos años, la del ser humano unido a la máquina. Elabora posteriormente esculturas y maquinarias electrónicas, obras que artistas contemporáneos de ese entonces decían que no era arte, esta incorporación de la ciencia al arte era algo nuevo, que marcaría la vanguardia y una propuesta artística en la que comienzan a trabajar en forma colectiva artistas provenientes de distintos países y tendencias. Exposiciones donde expone junto a Nam June Paik, Gordon Matta - Clark y otros y donde va desarrollando una estética social que es la que continuara trabajando el resto de su vida a través del video.
Una búsqueda mística, un estética social que promueve una arquitectura ecológica e invisible donde la mente humana esta conectada a la naturaleza y la comunicación se realiza a través de la telepatía. Una idea que puede ser una profecía, una visión obtenida de una travesía alucinógena o de la ciencia ficción…o todas las anteriores.
Amrit Kaur.
14 de Abril 2010
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Sala de Arte de la Fundación Telefónica.
30 de marzo al 27 de junio.
Santiago de Chile
Video Arte, Pintura, Dibujo, Grabado, Fotografía e Instalación.
"Rewe" Video-instalación.
“Personalmente me pregunto en donde pertenece el arte. La experiencia estética es comparable a la experiencia mística, y, a veces, al uso de determinadas drogas. También el sexo puede ser bastante estético. Quiero decir como una iluminación.” Juan Downey.
“La capacidad simbólica de la mente humana y eso es lo que me interesa. La capacidad simbólica está precisamente en la trascendenciade la materialidad.” J . Dawney
La Exposición.
La exposición “ El Ojo pensante” lleva el nombre de una serie de videos de arte realizada por Downey entre el 1974 y 1989, si bien esta nueva exposición incluye una retrospectiva de su obra. La curatoría esta a cargo de la viuda del artista Marilys Downey de Julieta Gonzalez, curadora venezolana que representa a la Tate Modern Gallery de Londres. Galería que posee dentro de su catalogo una de las obras en exhibición: “Video Trans americas” de Juan Downey .
La exposición tiene en su conjunto una puesta en escena que va intercalando los cantos alegres de los canarios que ocupan una instalación y los sonidos de los monitores a diversos volumenes. Es una exposición densa como para visitar varios días. Un exposición que invita a hacer obra, llena de metalenguajes que no resisten una sola lectura. Una invitación a ver Las Meninas en directo, a quedarte a ver hasta el final los videos que aún mantienen su vigencia con su estética setentera y con un ritmo que te deja sujeta a la pantalla y porque claro como está en la pantalla del TV te traspasa también su efecto hipnotizador. Imagenes que se van desde el monitor directo al subconsciente y sin procesar, ya que poseen el mismo lenguaje pleno de imagenes inconexas y simbólicas.
En este contexto no es extraño que las imagenes circulares circunscritas aparezcan en los dibujos de “Meditación” y otros, como fijaciones de la mirada que pueden propiciar la hipnosis o la autohipnosis. Si bien en meditación se emplean imagenes para meditar llamadas “mandalas” estas suelen tener un componente más simetrico y una complejidad simbólica con un fin que no busca ni el trance ni el estado hipnótico sino un estado meditativo profundo. La meditación es una forma de conciencia expandida y no la reducción a un estado semiconsciente que es lo que sucede en la hipnosis y en el trance. Osea es totalmente lo contrario. La meditación ocurre en el plano espiritual, la hipnosis en el mental o psíquico.
El Artista.
Juan Downey, nació en Santiago en 1940. Estudió arquitectura en Chile y emigró joven como otros chilenos contemporáneos que desarrollaron su carrera en el extranjero; Roberto Matta y Alfredo Jaar y como ellos se también se desarrolló como artista en Nueva York.
Downey un pionero del video arte con reconocimiento internacional, es un artista conceptual. Apasionado, obsesivo y visionario. Multifacético trabaja en distintos soportes; dibuja, pinta, realiza cine y video arte e instalaciones pero todo conlleva a una única concepción del mundo en donde entronca al ser humano con la máquina, al sistema nervioso con las conecciones eléctricas. Algunas de sus visiones no se cumplen, producto del poder económico imperante, de la corrupción, de las corporaciones. Esta inmediatez de la globalización que produce la tecnología se ve más bien marcada por las desigualdades, tira en dirección opuesta a lo que el plantea: un mundo más justo que vaya en dirección a lo social, a la comunicación integrativa del ser humano.
La propuesta de Downey es de hacer un arte público electrónico que busca acercar la naturaleza al hombre a través de la tecnología: “Un artista interesado en los sistemas – de comunicación, de trasmisión de energía, de intercambio material y simbólico”. Una revolución que va desde social a lo espiritual.
El arte de Downey tiene la mística clara de los años 60, palabras como meditación, iluminación, drogas, ontología, energía, simbolismo, subconsciente aparecen en sus textos. Si bien el las redirige desde una visión antropológica cultural que tiene que ver con las raíces indígenas de América Latina y sus concepciones de mundo como pueblos originarios antes de la llegada de Colón y de la interpretación occidental de lo local. Downey va a grabarlos con su cámara de video para hacerlos participes de este registro y a sí mismo para encontrar sus propias raíces amerindias en contra posición al mundo occidental que lo rodea y que lo hace sentirse desarraigado. Es una búsqueda de su propia identidad latinoamericana como también de registrar una cultura, antes de que lo occidental la convierta en otra cosa que diste de su identidad colectiva ancestral.
En el registro antropológico de los indigenas Downey comienza a grabar con cámaras de video viajando con su familia permaneciendo meses en los asentamientos indigenas. Pueblos cuya organización social que está reflejada por la forma en que ellos se relacionan con su arquitectura, en forma central, ecológica y comunitaria. Pueblos que en los años 1970´s aún viven como sus ancestros, algunos en un estado alterado de conciencia producido por el consumo diario de plantas alucinógenas y que puede proveer una mirada “inocente”, nueva, que no conlleva el desgaste de la visión del viejo mundo.
La obra de Downey tiene una mirada que involucra lo político, lo ecológico, lo antropológico con un énfasis en lo social. Un arte para las masas que contempla un relato inicial interumpido por el tiempo y el espacio y que luego se vuelca a lo antropológico, al documental como una consciente experiencia subjetiva que aporta nuevas lecturas desde el realizador y que a la vez modifica su propia vida. Un trabajo que se devuelve hacia sus propias obsesiones como por ejemplo Las Meninas de Velázquez y la música de Sebastian Bach, la sociedad, la política, el arte. Obsesiones que desaparecen para reaparecer a través de imágenes que van en una travesía geográfica visual por el planeta o por los sonidos intercalados y extraídos de diversas fuentes; un trozo de ópera, una risa, un sonido electrónico, el canto de un ave en ralentti o una voz erudita. Movimientos de cámara, zoomings, reveses de cámara, recortes inusuales en la composición y un video arte que se construye fundamentalmente desde la postproducción; el montaje.
“ El inconsciente de una persona contiene los recuerdos de muchas” Juan Downey.
Downey toma los recursos disponibles, sus filmaciones a veces hibridas con tomas de cine llevadas al video o algunos trozos de documentales de televisión que incorpora como un collage estableciendo relatos paralelos. El video para él parece ser como una fiebre que lo posee, en donde entrecruza su mundo interior con el del colectivo, lo occidental con lo indígena, lo racional con el erotismo, pero en un hacer que va al encuentro en una búsqueda constante que no sabe de guías o caminos trazados, pero que retorna a lo humano. Abordando problematicas universales contingentes que se ha visto aumentadas por el efecto negativo de la globalización y que están presente en el arte actual como en el ser humano, en el uso indiscriminado del entorno produciendo una redistribución de las riquezas hacia las grandes corporaciones extranjeras cuyo poder es mayor que los gobiernos que rigen incluso las naciones más ricas, y que producen no solo polución y agotamiento de los recursos no renovables sino además la perdida irreparable de la identidad cultural local como es el caso de los Yanomami en la Amazonia y de tantas otras a nivel mundial.
En sus primeros trabajos; los dibujos, incorpora una visualidad nueva en esos años, la del ser humano unido a la máquina. Elabora posteriormente esculturas y maquinarias electrónicas, obras que artistas contemporáneos de ese entonces decían que no era arte, esta incorporación de la ciencia al arte era algo nuevo, que marcaría la vanguardia y una propuesta artística en la que comienzan a trabajar en forma colectiva artistas provenientes de distintos países y tendencias. Exposiciones donde expone junto a Nam June Paik, Gordon Matta - Clark y otros y donde va desarrollando una estética social que es la que continuara trabajando el resto de su vida a través del video.
Una búsqueda mística, un estética social que promueve una arquitectura ecológica e invisible donde la mente humana esta conectada a la naturaleza y la comunicación se realiza a través de la telepatía. Una idea que puede ser una profecía, una visión obtenida de una travesía alucinógena o de la ciencia ficción…o todas las anteriores.
Amrit Kaur.
14 de Abril 2010