jueves, 1 de abril de 2010

Exposición de Norton Maza

Una cruda mirada al hombre contemporáneo desde el arte.
por Amrit Kaur.

Expositor: Norton Maza
2 Exposiciones simultaneas en Santiago de Chile.
2 Temáticas
· Sala Gabriela Mistral
Exposición “Luces de Caos”
2 Esculturas. Iconografías religiosas ( Jesús y María)
1 Altar. Instalación construida de muro a muro con desechos, PVC, cartón, madera, juguetes y artefactos de metal oxidados.

· Galería Patricia Ready.
Exposición “La Máquina”.
4 Fotografías Lambda
1 Carrusel de vehículos de guerra construido a escala 1:1 con desechos, PVC, cartón y madera, sobre base de metal.
1 Caseta de vigilancia a escala 1:1

Fue una “coincidencia” que ambas exposiciones de Norton Maza estuvieran simultáneamente en la misma ciudad sin embargo son totalmente complementarias. Ya que están representados, en este conjunto de trabajos, los poderes que rigen el mundo globalizado en el cual vivimos.

La temática de Norton es incuestionablemente de denuncia política, económica, religiosa y social. Cuestiona todos esos ideales con los que convivimos diariamente de invisible y de aceptable corruptibilidad.
Hay que señalar que Norton pese a su dura temática fascina, hay una fuerza siempre presente en la obra expuesta pero a la vez una factura casi tierna de remembranza de los sueños de vida infantiles en donde aún creemos que el ser humano tiene una bondad intrínseca como los superhéroes.

Pero ante el espanto de la guerra, la muerte de inocentes, el hambre y el dolor ajeno cuesta seguir creyéndolo.
Entonces nos encontramos con un cristo que no está crucificado ni da la otra mejilla y nos metralla con misiles y que parece más un mercenario despiadado que misericordioso, un Cristo que ha sido construido por nosotros mismos. Una imagen que en el fondo no nos trastorna porque en la cruda realidad pareciera ser cierta, no solo para el que lo ha vivido en carne propia sino también para el espectador que da vuelta la cara, él que mecánicamente se persigna los domingos ante la idea de que lo divino esta dentro de un templo y no en el día a día en los caminos que decidimos tomar.

Cuando todos los poderes están corruptos los ciudadanos no solo pierden su poco poder sino también la vida. Ya sea por una bala perdida, un estomago vacío o una guerra sin sentido

Maza nos trae un discurso que es políticamente incorrecto que metralla con su visualidad, que te hace darte cuenta que las palabras no pronunciadas se pueden gritar con las imágenes.

La conexión entre la iglesia y la continuidad de la guerra y la desvalorización de la vida humana esta siempre presente. El Papa transformer, mitad humano mitad maquina, los gigantes transformes robots que se desplazan sobre las impotentes masas, masas que se visualizan como un hormiguero a los pies del altar en donde mira poderoso, intocable y lejano.
Norton hace un arte de denuncia y su materia prima es la relación del sistema hacia el hombre.

Podemos reconocer la reutilización de los componentes de obra que vuelven a reaparecer, como por ejemplo en la sala Gabriela Mistral los aviones blancos que sobrevuelan sobre el altar en ironía a las palomas reaparece en la galería Patricia Ready en un cuadro blanco donde la única figura oscura es un submarino que navega-vuela lanzando torpedos al cielo.
Norton mezcla e integra muy bien la maquetación con una escenografía Ad oc, hay un manejo de la composición muy dinámica, crea recorridos visuales, es impecable en su factura. El trabajo de Norton derrama mucha fuerza, además hay una falización recurrente que aparece en el submarino, en los misiles en la tiara del papa, etc.

La propuesta de Norton plantea una critica universal, arriesgada, cruda, figurativa-simbólica, contemporánea en relación a su temática. La obra aún siendo un producción escénica colectiva refleja una sola mirada estética.

Neo Barroco figurativo como sea que definamos el estilo de Norton, es entretenido, las verdades horribles son lúdicas e irónicas y para quedarse pegado un rato jugando con la asquerosa rata del ara o mirar por el binocular sin aumento a reencuadrar los detalles. Podemos contemplar los rostros de estupefacción de los monitos de plasticina de la Bolsa, o los detalles pictóricos que recrean escenas del hambre y el hacinamiento.
Nos plantea un mundo habitado por victimas y victimarios sin redención alguna, sin termino medio.

La facturación a la vista funciona como recurso estético en “La Máquina”, en el interior de la caseta de vigilancia donde aparecen los juguetes que sirvieron de modelo para los vehículos del carrusel.

Permanece en su trabajo la paradoja de los juegos infantiles transformados en una realidad sin control. El ser humano sin posibilidad de transformar una vida que no le pertenece, como el alma vendida al diablo y donde lo humano solo es – si es que puede ser algo - un pequeño engranaje del capitalismo, la gran maquina que ha sido creada por y para el hombre para su propia autodestrucción .




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