Esta pionera de la fotografía, nació en Calcuta en 1815, Su técnica se basa en la iluminación natural y el trabajo sin retoques. Al cumplir 48 años, una de sus hermanas le regala una cámara y a partir de ese momento se dedica con obsesión a la fotografía. Educada en Francia e Inglaterra, hija de Sir James Pattle, casa con Charles Hay Cameron y viven en Sri Lanka hasta 1848 cuando viajan a Inglaterra y se establecen definitivamente en la Isla de Wight, Se dedica especialmente al retrato: la familia, los amigos, los sirvientes, son sus modelos preferidos, con especial pasión por los personajes de su época con los que se relaciona activamente: escritores, científicos, políticos. En 1875 vuelve a Sri Lanka donde realiza algunas fotografías de paisajes del lugar, muriendo en 1878. Sus fotografías pasaron mucho tiempo en el olvido hasta que fueron recuperadas por Alfred Stieglitz. Se nota en todas ellas una profunda influencia de la pintura prerafaelista, especialmente en sus obras religiosas, poétícas o mitológicas. Esta pionera de la fotografía, nació en Calcuta en 1815, Su técnica se basa en la iluminación natural y el trabajo sin retoques. Al cumplir 48 años, una de sus hermanas le regala una cámara y a partir de ese momento se dedica con obsesión a la fotografía. Educada en Francia e Inglaterra, hija de Sir James Pattle, casa con Charles Hay Cameron y viven en Sri Lanka hasta 1848 cuando viajan a Inglaterra y se establecen definitivamente en la Isla de Wight, Se dedica especialmente al retrato: la familia, los amigos, los sirvientes, son sus modelos preferidos, con especial pasión por los personajes de su época con los que se relaciona activamente: escritores, científicos, políticos. En 1875 vuelve a Sri Lanka donde realiza algunas fotografías de paisajes del lugar, muriendo en 1878. Sus fotografías pasaron mucho tiempo en el olvido hasta que fueron recuperadas por Alfred Stieglitz. Se nota en todas ellas una profunda influencia de la pintura prerafaelista, especialmente en sus obras religiosas, poétícas o mitológicas.
A Imogen Cunningham se le considera una pionera en la fotografía del siglo XX, autora de extraordinarias imágenes que por su calidad han contribuido a la afirmación de la fotografía como forma de arte. Tras leer en 1907 su tesis "The Scientific Development of Photography", decide ejercer como fotógrafa y comienza a trabajar en el estudio de Edward S. Curtis. En 1913, tras ejercer en Alemania para profundizar en su estudio sobre la fotografía, publica "Photography as a Profession for Women" en el periódico universitario The Arrow. En 1917 se traslada a San Francisco, donde, tras trabajar como retratista en estudio, comienza a vislumbrarse en sus obras fotográficas sus temas más recurrentes: naturalezas muertas y retrato, como busqueda de la figura humana y del desnudo. En 1967 es elegida miembro de la American Academy of Arts and Sciences.
" ... A ser uno con todo lo viviente, volver en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza. A menudo alcanzo esa cumbre, pero un momento de reflexión basta para despeñarme de ella. Medito, y me encuentro como estaba antes, solo, con todos los dolores propios de la condición mortal, y el asilo de mi corazón, el mundo enteramente uno, desaparece; la naturaleza se cruza de brazos, y yo me encuentro ante ella como ante un extraño, y no la comprendo. Ojalá no hubiera ido nunca a vuestras escuelas, pues en ellas es donde me volví tan razonable, donde aprendí a diferenciarme de manera fundamental de lo que me rodea; ahora estoy aislado entre la hermosura del mundo, he sido así expulsado del jardín de la naturaleza, donde crecía y florecía, y me agosto al sol del mediodía. Oh, sí! El hombre es un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona. "Friedrich Hölderlin
Uno de los más grandes poetas líricos alemanes, cuya obra tiende un puente entre las escuelas clásica y romántica. Su poesía, olvidada muchos años, fue redescubierta al principio del siglo XX. Nació en Lauffen-am-Neckar. Estudió teología en la Universidad de Tubinga pero decidió no seguir la carrera eclesiástica. El poeta alemán Friedrich von Schiller publicó algunos de los primeros versos de Hölderlin en sus periódicos y obtuvo también para él diversos puestos de tutor.
Luego de un incidente amoroso con la mujer de su mecenas, Susette Gontard, la figura de Diótima en sus poemas y en su novela Hyperion (1797-1799), pasó dos años en Hamburgo donde empezó a desarrollar su característico estilo poético.
Después de otro periodo como tutor, Hölderlin sufrió en 1802 el primero de los episodios de la enfermedad mental que iba a afligirle hasta su muerte. En 1807, tras algún tiempo en una institución de Tubinga, fue puesto a cargo de un maestro carpintero local llamado Zimmer. Hölderlin pasó el resto de su vida con Zimmer. La poesía expresa la aspiración a un mundo ideal, que es identificado con la Grecia clásica. Los poetas simbolistas admiraron la profundidad espiritual y el carácter intuitivo de sus versos. No usaba rima, en su lugar escribía con una forma poética flexible conocida más tarde como verso libre. Es famoso sobre todo por sus poesías líricas, entre las que se encuentran “La esperanza” y “El aeda ciego”, y por alguna obras más amplias como la novela Hyperion (2 volúmenes 1797-1799), la historia de un luchador por la libertad griega, y la tragedia inacabada Empédocles (1798-1799). Su obra influyó poderosamente en la generación del 27 sobre todo en Luis Cernuda.
"Lo trascendental es la revolución del espíritu humano." "Nuestra sociedad es masculina, y hasta que no entre en ella la mujer no será humana." "Un verdadero espíritu de rebeldía es aquel que busca la felicidad en esta vida." "Si dudas de ti mismo, estás vencido de antemano." "La mayoría nunca tiene razón."
Ibsen es considerado el más importante dramaturgo noruego y uno de los autores que más han influido en la dramaturgia moderna, padre del drama realista moderno y antecedente del teatro simbólico. En su época, sus obras fueron consideradas escandalosas por una sociedad dominada por los valores victorianos, al cuestionar el modelo de familia y de sociedad dominantes. Sus obras no han perdido vigencia y es uno de los autores no contemporáneos más representado en la actualidad.
"Si el loco persistiera en su locura, se volvería sabio." "Todo lo que vive, no vive solo, ni para sí mismo."
Fue un poeta, pintor, grabador y místico inglés. Aunque permaneció en gran parte desconocido durante el transcurso de su vida, actualmente el trabajo de Blake cuenta con una alta consideración. Por la relación que en su obra tienen la poesía y sus grabados respectivos suele ponerse a Blake como ejemplo del «artista total». Según el periódico The Guardian , «William Blake es con gran margen el mayor artista que Gran Bretaña ha producido.
"Lo que un hombre piensa de sí mismo, esto es lo que determina, o más bien indica, su destino." "El amor no sólo debe ser una llama, sino una luz." "Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación."
Henry David Thoreau nació en Concord, Massachusetts, el 12 de Julio de 1817 y falleció en la misma ciudad el 6 de mayo de 1862. Se graduó en la Universidad de Harvard en 1837. Abandonó su oficio de maestro y sobrevivió con trabajos humildes hasta que decidió retirarse a una cabaña edificada por él mismo a orillas del lago Walden (1845-1847). Allí llevó una vida en soledad, sencilla, sosegada y en comunión con la naturaleza.
Jeanloup Sieff fotógrafo francés, su obra ha sido reconocida por sus retratos a personalidades del mundo del espectáculo y políticos, pero también por sus reportajes y fotografías de paisajes y desnudos.
Nació en París el 30 de noviembre de 1933 de padres de origen polaco. Sus estudios después del bachillerato fueron breves: estudió Letras durante dos semanas, periodismo durante diez días, fotografía en la Escuela Vaugirard en Francia durante un mes y después en Vevey Suiza durante siete meses. La característica más sobresaliente de su trabajo es el uso del blanco y negro, tomas fotográficas principalmente con gran angular y sus dramáticos contrastes en laboratorio.
Sieff destaca el sentido que tiene la fotografía: “la añoranza del tiempo que pasa y la exigencia de arrancar al olvido los instantes fugaces de la vida” (...) La fotografía representa “la materialización de determinadas emociones, captadas en algunos momentos particulares”. (p. 4) Concepción subjetiva de la fotografía: “captar lo efímero, transformándolo en una realidad duradera”. La “acción de fotografiar corresponde a la exigencia de crear lo inefable”. “La fotografía es verdaderamente cautivadora” y suscita “emociones exquisitamente personales”.
"No hago fotos de gente que se cree guapa. No pueden sorprenderme"
Fotógrafa holandesa nacida en Sittard formada en la Rietveld Academie de Amsterdam desde 1981 hasta 1986) forma parte ya del selecto grupo de los creadores del siglo XXI cuyas obras son consideradas un icono del arte de nuestro tiempo. En un breve periodo de tiempo, sus obras se han empezado a subastar a precios desorbitados, y su reputación en el ámbito internacional goza de alta estima a pesar de no acudir a ferias de arte, ni tener blog ni website propia. Tomando referencias de los maestros del retrato holandés y flamenco de los siglos XVII y XVIII y a los fotógrafos Diane Arbus y August Sander, pero desarrollando a la vez un estilo muy personal de trabajo, su obra supone una nueva representación del ser humano en sentido clásico, al realizar una distanciada y aparentemente objetiva interpretación de la imagen. Dijkstra es, ante todo una retratista, que documenta en retratos radicalmente clásicos, con composiciones austeras y puntos de vista casi idénticos, momentos de tránsito, como pueden ser la adolescencia o la maternidad. Rineke Dijstra se dedico desde los noventa a fotografiar a individuos que sufren una transformación en su identidad, adolescentes en proceso de cambio en situaciones neutras, en momentos de tránsito, de movimiento y de adaptación a situaciones desconocidas. Adolescentes refugiados, soldados, madres con sus bebes recién nacidos o simplemente expuestos a situaciones frágiles http://www.rinekedijkstra.net/
Nació en la última década del siglo XIX, el 5 de enero de 1893, en la ciudad de Gorakhpur a los pies de los Himalayas, en el seno de una familia acomodada perteneciente a la casta de los kshatriyas, guerreros y gobernantes, la segunda en el sistema tradicional de castas de la India. Le dieron el nombre de Mukunda Lal Gosh y fue el cuarto hijo de una familia de ocho hermanos, cuatro mujeres y cuatro hombres.
Sus padres, Bhagabati Charan Gosh y su esposa Gurru (Gyana Prabhal) Gosh, eran fervientes devotos y discípulos del gran santo hindú Lahiri Mahasaya, y criaron a su numerosa prole con gran amor y enseñanzas espirituales. En muchas ocasiones, el niño experimentó éxtasis místicos. Veía al maestro salir del marco de la fotografía y adquirir un cuerpo luminoso que se sentaba a su lado.
Yogi Bhajan nació el 26 de agosto de 1929 en una aldea cercana al Punjab lo que es ahora Pakistán, bajo el nombre de Harbhajan Singh Puri. Fue el primogénito de una familia que había estado rezando y orando mucho por más de 25 años para poder tener un hijo.
El maestro mas influyente en sus momentos de infancia fue su abuelo Sant Bhai Fateh Singh Ji quien siempre le contaba historias y lo guiaba para que viva en la verdad.
Yogi Bhajan dominó el Kundalini Yoga a los 16 años y medio bajo la dirección de Sant Harzaran Singh, maestro de Kundalini Yoga y además Mahan Tántrico. De el aprendió toda la sabiduría tántrica que le serviría en años futuros para luego convertirse en el Mahan Tántrico o único maestro Tantra Yoga Blanco.
Director de cine polaco. Nació en Varsovia, y estudió en la Escuela de Cine y Teatro de Łódź, Polonia. Comenzó su carrera realizando documentales y películas de ficción sobre la problemática económica y social dominante en su país en aquel momento. Su primer largo se llamó "La cicatriz" (Blizna), pero antes ya había realizado el cortometraje "El primer amor " (Pierwsza milosc - 1974) y había sido premiado por su mediometraje llamado "El personal" (Personnel - 1975). Su origen estuvo en el documental, lo que de alguna manera tuvo relación con la forma en que encaraba los largos que realizaba que no solo tenían que tener un significado profundo para él internamente sino que debían movilizar al espectador.
Su cine indagaba en la condición humana, en nuestra emociones, deseos, frustraciones, miedos. Sin embargo, no solo la temática resultaba interesante en sus trabajos, sino el tratamiento de la imagen, los ambientes recreados con un inteligente uso del color, los contrastes, las sombras y las luces en lo que resultaba en un deleite visual. Lograba captar la imagen y trascenderla a través de sus personajes, tratando de mostrar lo etéreo del alma, el mundo de las emociones intangibles, y reflejarlas en la pantalla grande por medio de sus historias. Un cine intimista pero abierto a la duda, a la pregunta constante. Su cine no intentaba dar respuesta ni discursos, por el contrario planteaba interrogantes, enfrentando al espectador con sus propios valores.
Cineasta, guionista y escritor sueco, tanto de obras de teatro como de cine. Considerado uno de los directores de cine clave de la segunda mitad del siglo XX, para muchos es una de las personalidades más eminentes de la cinematografía mundial. Segundo hijo de un pastor luterano, Erik, y de Karin Åkerblom nació en Uppsala. El mundo metafísico de la religión influyó tanto en su niñez como en su adolescencia, su educación estuvo basada en los conceptos luteranos de "pecado, confesión, castigo, perdón y redención". «Casi toda nuestra educación estuvo basada en conceptos como pecado, confesión, castigo, perdón y misericordia, factores concretos en las relaciones entre padres e hijos, y con Dios», escribe en sus memorias. Muchas de sus obras están inspiradas en esas relaciones. «Los castigos eran algo completamente natural, algo que jamás se cuestionaba. A veces eran rápidos y sencillos como bofetadas y azotes en las nalgas, pero también podían adoptar formas muy sofisticadas, perfeccionadas a lo largo de generaciones».
A lo largo de su obra, el realizador planteó una serie de interrogantes existenciales, religiosos y morales a las que continuó regresando durante seis décadas. Tomando una frase de Woody Allen, Bergman ha sido descrito como el hombre que hacía preguntas difíciles. Sin embargo, no hay una sola respuesta a la pregunta de qué fue lo que transformó a Bergman en Bergman.
EL CUERPO ALUDIDO. Escrito por José Luis Barrios Lara
Cuando a Francis Bacon le preguntaron por qué pintaba sus cuerpos como si estuvieran descuartizados y horrorosos, simplemente se limitó a responder: "Espero ser capaz de hacer que las figuras surjan de su propia carne con sus sombreros hongos y sus paraguas y que resulten figuras tan penetrantes como una crucifixión."
¿Por qué hacer surgir las figuras de la carne y por qué esta carne de "cualquiera" tenía que ser como una crucifixión, máxime cuando ésta representa, para gran parte de la cultura occidental, un modo radical de la violencia al cuerpo?
Muy probablemente Bacon sabía que toda carne termina por fragmentarse, buscaba tan sólo hacer eso presente en su pintura. Si el cuerpo se fragmenta, por las razones que sean, si las figuras nacen de su propia carne, ¿por qué negar que ésta se destruye y se disuelve?
La fragmentación del cuerpo se ha convertido en algo cotidiano, desde los serial killer norteamericanos, pasando por las formas maquinistas de Robocop, Terminator y los androides de la ya clásica serie de Alien, o también en las formas de fragmentación del cine de Greenaway (El zoológico, El bebé de Macon), pareciera que los "cachos" de cuerpo pueden vivir de manera autónoma del individuo.
El imaginario del siglo XX está plagado de diversas formas de fragmentación del cuerpo: películas en las que robots con formas humanas siguen matando a pesar de ser sólo cachos de ser, villanos que por su fortaleza atlética siguen dando la batalla sin piernas ni brazos. La fragmentación del cuerpo es un icono de nuestra época.
Sin embargo, el cuerpo es una unidad intencional que arraiga al ser humano al mundo, la conciencia de la unidad de mi corporeidad no es una acción de segundo grado a partir de la cual integró las sensaciones de las cosas a una entidad vacía y mecánica que denomino cuerpo. El cuerpo soy yo mismo como unidad indestructible: nuestro cuerpo lo vivimos como una integridad absoluta y originaria. Acaso como lo piensa Merleau-Ponty, nunca me refiero a la mano y a la boca en tercera persona. Nunca digo: la mano toma la taza y la boca gusta el café. Mi cuerpo es una unidad dada al exterior sin reservas, es decir, la unidad corporal hace que mi subjetividad sea una acción encarnada en el mundo. ¿Dónde está el aquí del cuerpo? En todo lo que soy yo, el sentido del espacio del cuerpo es el propio cuerpo, en él todo es exterior e interior al mismo tiempo. La corporeidad es, según la afortunada expresión de Merleau-Ponty: el interior del exterior y exterior del interior.
¿Qué es, pues, la fragmentación? Ante todo una violencia ejercida a la carnalidad. Es el modo mismo del ultraje a la carne y el ámbito donde la forma primordial de la unidad se pone en cuestión.
Los griegos pensaban que la carnalidad de los dioses tenía que ver con la unidad corporal. Las divinidades de la mitología helena no conocían ni la corrupción ni la decrepitud. Su piel, su rostro, su armonía muscular, siempre eran representadas más allá de los avatares del tiempo, eran eternos porque su belleza no aceptaba fragmentación alguna, ni en el espacio ni en el tiempo. Era una carne incorruptible y luminosa que no tenía nada que ver con los accidentes, las mutilaciones o las enfermedades de la humanidad.
La tradición estética hace de la unidad del cuerpo la forma misma de la belleza, desde la cultura clásica hasta el Renacimiento y el barroco secular y, más tarde, las expresiones neoclásicas e impresionistas han hecho de la unidad del cuerpo la forma misma de la belleza. El modo mismo del cuerpo indiviso es el que corresponde a la posibilidad de representación en la conciencia a la manera en que lo entiende la estética kantiana. No en vano la elección de París es por la belleza no como sabiduría o como fuerza, no es por Atenea o por Hera, sino por Afrodita, diosa de la sexualidad.
En cambio, la disolución o fragmentación corresponde más a una estética de la barbarie. La fragmentación del cuerpo muestra la forma absoluta de la violencia, de las vicisitudes primarias del ser humano y de la posibilidad de sublimación de éstas como santificación. Tres son los modos de fragmentación que me gustaría abordar: el de la fragmentación simbólica, el de la fragmentación psicológica y el de la fragmentación física.
LA FRAGMENTACIÓN SIMBÓLICA
El espacio del rito consiste en el exceso, la trascendencia y la disolución del cuerpo. ¿Cómo recuperar la pertenencia al cosmos, sino por medio de la disolución de nuestra identidad? El límite que nuestra conciencia marca es el límite de nuestro cuerpo como unidad y diferencia con el mundo y con los otros. Como lo piensa Gadamer en el espacio ritual acontece una disolución de las identidades y las autonomías subjetivas. En una fiesta siempre transgredimos nuestra frontera: los gestos, el sudor, los gritos, las aproximaciones entre los unos y los otros revelan un modo de desintegración de nuestro cuerpo, de nuestra individualidad, de nuestra soledad. En la oscuridad del espacio ritual se desdibujan las fronteras de los cuerpos, se fragmentan los gestos hasta confundirse con la totalidad del movimiento colectivo.
En este sentido, convocar ritualmente significa simbolizar más allá de las identidades lógicas o psicológicas, ir más allá de la subjetividad y de la individualidad. Los símbolos que corresponden al rito nada tienen que ver con los límites, antes bien tienen que suspenderlos, disolverlos y fragmentarlos para hacer posible el acontecer de lo sagrado. Pero ¿cómo se realiza esto artísticamente?
Es curioso que uno de los modos constantes de simbolizar los rituales sea a partir de la disolución del espacio y de la fragmentación del cuerpo. Sin duda, esto responde al afán de reintegrar la existencia a lo primigenio de la vida y la memoria colectiva. El mundo del rito nos coloca en el lugar de nadie, en la pertenencia a la totalidad del universo, es un movimiento que quiere recuperar un pasado que no nos pertenece o adivinar un futuro incierto.
En el cristianismo, por ejemplo, las imágenes rituales nacen de la disolución misma del cuerpo y su espacio, la vida verdadera comienza ahí donde el cuerpo deviene otro: el cuerpo glorioso, el cuerpo místico, el cuerpo sacramental. La fe católica hace de la fragmentación corporal la estética de la trascendencia al otro mundo, la estética de la presencia de Dios en éste o la de la unión de la comunidad de creyentes más allá del límite individual.
La estética nacida de estas perspectivas se resuelve a partir de la velación de la corporeidad propia de la dogmática de la imagen del cristianismo antiguo: el arte bizantino y el arte románico representaban la trascendencia a partir de la suspensión de la integridad corporal. Recordemos el ábside de la iglesia de San Apolinar in Classe (ca. 530); en él las formas de irrupción de la gracia y la revelación se representan por medio de diferentes fragmentos del cuerpo: una seña tan sólo dibujada por una mano que se sostiene en el espacio indeterminado de los cielos. Trascender el cuerpo significa fragmentarlo en un rostro, en un ojo y en una mano; para con ello superar la identidad de la materia y mostrar el reino divino de la espiritualidad.
En el barroco esto se vuelve más evidente, la forma de representación del sufrimiento y la gracia se realiza por medio de la desintegración del cuerpo, una desintegración que, a diferencia de la medieval, recurre a la retórica de la materialidad de los órganos: la sangre, la llaga, la piel partida, son algunos modos en que se simboliza el sentido del sacrificio como ultraje y disolución del cuerpo.
La concepción barroca de la fragmentación echa mano de símbolos que unifiquen a los fieles. Se trata de una retórica del cuerpo glorioso de Cristo y de la santificación de sus órganos o de los órganos de los santos. Sin duda, la fragmentación del cuerpo en el arte barroco recupera la materialidad como sufrimiento y dolor del cuerpo de Dios, no para demostrar la potencia de lo sagrado, sino la solidaridad de su carne humana con la de los hombres. La fragmentación es un símbolo y una retórica del sacrificio de Cristo para la salvación.
También gran parte del arte de nuestra época ha intentado esta ritualización de la vida por medio de la fragmentación.
Fragmentar el cuerpo para simbolizar es un modo en que la disolución de nuestra identidad corporal trasciende hacia el pasado irrecuperable por la memoria o hacia el futuro de un cuerpo glorioso. Las imágenes analizadas revelan dos modos específicos de la fragmentación corporal: aquél por el cual recuperamos el pasado como ruina, como "la huella siempre misteriosa, de una vida humana siempre grabada en su materia", y como la epifanía de un cuerpo más allá del cuerpo.
LA FRAGMENTACIÓN PSICOLÓGICA
La fragmentación del sujeto y de la conciencia para el esquizofrénico se vive como la disolución de su cuerpo: sus brazos o sus piernas devienen en monstruos que se gobiernan a sí mismos, como si el cuerpo fuera una alteridad que se le viene encima. Otras veces, esta disolución tiene que ver con la imposibilidad de marcar su propio límite corporal, no sabe dónde termina su oreja o su cabeza; se trata de la fragmentación del estado interno que se traduce en la fantasía de la fragmentación del propio límite de la carnalidad.
LA FRAGMENTACIÓN FÍSICA
Cualquier expresión fragmentaria que se haga del cuerpo, sea simbólica o psicológica, finalmente tiene que ver con la del cuerpo físico. Aunque las intenciones sean de segundo grado, están mediadas por la desintegración de la carnalidad.
La fragmentación física muestra la imposibilidad de reducir el cuerpo humano a códigos culturales de significación. Es cierto, la fragmentación como cualquier acción o gestualidad del cuerpo puede recibir una sobrecarga de significado; sin embargo, estoy convencido de que cualquier semantización que se haga de él nace de su estructura misma. Las expresiones artísticas, sociales, políticas, de la carnalidad tienen su vértice en el esquema y la lógica propia de la corporeidad humana. El cuerpo es una realidad irreductible a los discursos; más bien ciertos despliegues corporales se pueden cargar de significados. La carnalidad es un fenómeno trascendental. Sólo porque el cuerpo posee ciertas capacidades o discapacidades que le pertenecen, es que las podemos significar histórica y culturalmente.
Uno de estos despliegues trascendentales de la corporeidad es el que muestra la vulnerabilidad de la vida humana, evidente en la violencia que revela un cuerpo mutilado.
La fragmentación ha llegado a ser un motivo constante del arte y de la cultura de nuestro siglo, los cuerpos mutilados y en estado de desintegración cruzan el imaginario del mundo contemporáneo. ¿El cuerpo aludido de nuestro siglo es éste que nos muestra la disolución de la subjetividad tan querida en nuestro final de siglo?
Annie Leibovitz es considerada la mejor fotógrafa de su generación y la más importante fotógrafa contemporánea. Nació bajo el nombre de Anna-Lou Leibovitz en Estados Unidos.
En 1967 entró al San Francisco Art Institute, con la intención de especializarse en pintura. Durante unas vacaciones en las que viajó con su madre y una cámara a Japón, Annie quedó tan fascinada por la fotografía que al volver al instituto decidió seguir ese camino.
En 1970 recibió su primer encargo fotográfico de la revista Rolling Stone y al año siguiente recibe su Licenciatura en Bellas Artes. Para 1973 ya era la fotógrafa principal de Rolling Stone, donde trabajaría hasta 1983. Entre sus fotografías más pupulares para la revista está la serie que documenta la vida de los Rolling Stones durante un tour por estados Unidos en 1975, y el retrato a John Lennon y Yoko Ono en 1980, sólo unas horas antes del asesinato de Lennon.
Más adelante trabajó para Life, Vogue, Esquire y Time Newsweek. Ha sido fotógrafa colaboradora de la revista Vanity Fair desde 1983, año en el que es publicado el primer libro sobre su obra: “Annie Leibovitz: Photographs”. En 1986, Leibovitz se dedica a la fotografía publicitaria, con clientes de la talla de Honda y Gap. En 1987 ganó el premio Clio por una campaña para American Express.
A principios de los años 90 fundó el Estudio Annie Leibovitz en la ciudad de Nueva York, y en 1991 se convierte en la segunda persona viva en exponer en la National Portrait Gallery. Las obras expuestas fueron publicadas en el libro “Photographs: Annie Leibovitz 1970-1990″ ese mismo año. Además fotografió a los atletas estadounidenses en las Olimpiadas de Verano de Atlanta en 1996, imágenes que serían publicadas el mismo año en el libro “American Olympians”.
A finales de la década de 1980, Leibovitz conoció a la escritora Susan Sontag, con quien tendría una muy cercana relación de cuya naturaleza jamás hablarían en público. Las dos mujeres permanecieron juntas hasta la muerte de Sontag en 2004. El año 2001, a los 52 años, Leibovitz dio a luz a su hija Sarah Cameron Leibovitz, concebida por inseminación artificial y en 2005 sería la madre de los mellizos Susan y Samuelle, dados a luz por una madre sustituta. En 2006, Leibovitz declara públicamente en una entrevista para la televisión que ella y Sontag eran pareja
Goldin nace en 1953 en una familia de origen judío en Washington D C, pero crece entre varias familias adoptivas de distintas ciudades de Nueva Inglaterra, después de que su hermana se suicidara. Poco después, Goldin entra en una escuela experimental del área de Boston, la Satya Community School. Cuando tiene 15 años, tiene su primer contacto con la fotografía en la escuela; dos años más tarde, cuando empiezan los años 70, Goldin ya aparece como una aspirante a fotógrafa profesional inspirada, según ella misma, "en las imágenes de las revistas de moda".
Nan Goldin refleja en su trabajo su vida, más de treinta años de su vida pasan ante nuestros ojos. Puede considerarse el diario de su vida. En él nos muestra a los integrantes del círculo de amistades y conocidos en que se ha movido en varios lugares del mundo desde Nueva York hasta Tokyo, pasando por Berlín y París. Lo importante de su trabajo es como nos retrata a las personas que han pasado por su lado, no son retratos al uso, sino en las situaciones normales de sus vidas y de las relaciones con otras personas. Así hay retratos de personas en una bañera, vistiéndose, amándose, riendo, llorando. Hay personas de todas las edades desde recien nacidos hasta moribundos.
"Nan Goldin no piensa en términos de “instante decisivo”, no busca la foto única que condensa y crea su propio contexto. Aunque algunas de sus imágenes son, aisladamente, de una gran contundencia, en su obra la significación la crean las series. Es a través de la organización de secuencias como las del audiovisual La balada de la dependencia sexual - auspiciadas por la música, que se convierte en contrapunto irónico y en referente sentimental de la memoria - como las imágenes adquieren la dimensión narrativa que las convierte en un diario visual en el que Goldin recrea insistentemente sus obsesiones. El cambio y sustitución de fotografías convierte el montaje en una obra en constante redefinición desde las nuevas perspectivas que otorga la experiencia. El espectador, convertido en voyeur por el carácter privado de las escenas, puede calificar como obscenas muchas de estas imágenes en función de sus propios tabúes y vivencias, pero para las personas representadas, que han abierto a la fotógrafa sus territorios particulares y comparten con ella su vida y una cierta experiencia del mundo, no lo son en absoluto. Por eso en las imágenes de Nan Goldin no hay rastros de violencia ni voluntad de obscenidad, sino una honestidad radical que no rechaza el patetismo de la vida o la estética de lo feo, sino que los busca como parte del descenso a los infiernos de la realidad, una realidad en la que el furor por la vida es tan fuerte como la existencia de la muerte. En Marcel·lí Antúnez lo obsceno se conjuga irónicamente con lo monstruoso y genera una intensidad expresiva cuyos estremecimientos van más allá de la búsqueda plástica para rozar la fantasmagoría existencial. Establece, así, inquietantes conexiones entre el pensamiento solar de un filósofo como Bataille y los terrores más oscuros del ser humano." Texto de Rosa Martinez, Catálogo de la Exposición “la Vida sin Amor no tiene sentido”. 1993
Nació en 1952, en una pequeña ciudad del norte de Polonia. Estudió arte en la universidad, para luego rebelarse contra la tendencia a pintar con poca atención al realismo y al detalle. En cambio, basó su educación estudiando los trabajos de los maestros del norte de Europa como Van Eycks, Dierck Bouts, Robert Camping, Bosch y Magritte.
Las pinturas cuidadosamente acabadas son de acrílico sobre tela y están llenas de imágenes de la infancia del artista, fuertemente influenciadas por los alrededores de su casa durante los 50, y la cocina de su abuela, donde gastaba mucho de su tiempo cuando niño.