Cineasta, guionista y escritor sueco, tanto de obras de teatro como de cine. Considerado uno de los directores de cine clave de la segunda mitad del siglo XX, para muchos es una de las personalidades más eminentes de la cinematografía mundial.
Segundo hijo de un pastor luterano, Erik, y de Karin Åkerblom nació en Uppsala. El mundo metafísico de la religión influyó tanto en su niñez como en su adolescencia, su educación estuvo basada en los conceptos luteranos de "pecado, confesión, castigo, perdón y redención". «Casi toda nuestra educación estuvo basada en conceptos como pecado, confesión, castigo, perdón y misericordia, factores concretos en las relaciones entre padres e hijos, y con Dios», escribe en sus memorias. Muchas de sus obras están inspiradas en esas relaciones. «Los castigos eran algo completamente natural, algo que jamás se cuestionaba. A veces eran rápidos y sencillos como bofetadas y azotes en las nalgas, pero también podían adoptar formas muy sofisticadas, perfeccionadas a lo largo de generaciones».
A lo largo de su obra, el realizador planteó una serie de interrogantes existenciales, religiosos y morales a las que continuó regresando durante seis décadas. Tomando una frase de Woody Allen, Bergman ha sido descrito como el hombre que hacía preguntas difíciles. Sin embargo, no hay una sola respuesta a la pregunta de qué fue lo que transformó a Bergman en Bergman.
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